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Attitudes and Identity
Pregúntele al ELP: Asertividad

Estimado/a ELP, 

Me encanta hablar mi lengua, lo hablo con mi familia y amigos, pero cuando voy a una tienda o a un restaurante, de inmediato cambio a la lengua dominante en mi área. ¿Tienen alguna idea de cómo puedo dejar de ceder ante esta presión y seguir hablando mi lengua? 

-Asertividad


 

Estimados de Asertividad,

En primer lugar, quiero felicitarlos por darse cuenta de la situación y querer cambiarla. A menudo nos acostumbramos tanto a usar nuestra lengua solo con nuestra familia y amigos cercanos que no consideramos lo problemático que es estar limitados en cualquier otro contexto social. Esta situación no es normal; es el resultado de la discriminación que sufren los usuarios de nuestras lenguas. Usar nuestras lengua en situaciones donde hay presión para no hacerlo, puede ser una forma de enfrentar esta discriminación y volver a hacernos visibles y escuchados.

Es muy importante que comprendamos los riesgos y desafíos que puede conllevar el uso de nuestra lengua en lugares públicos. En algunos contextos, los hablantes pueden enfrentarse a violencia y agresión por parte de actores estatales e individuos. Tómese un tiempo para reflexionar sobre tu contexto de uso y cómo puedes mantenerte seguro dentro de él. Si en tu contexto de uso te sientes cómodo intentando utilizar más tu lengua en público, aquí tienes algunas cosas para pensar.
¿Cuántos usuarios competentes en t lengua hay en tu zona? ¿Cuántas personas entienden tu lengua? ¿Qué posibilidades hay de que las personas que trabajan en tiendas y restaurantes puedan utilizar o entender tu lengua? ¿Qué tipo de reacción espera de la gente si usa tu lengua? Las estrategias que utilice dependerán de las respuestas a estas preguntas y variarán de una comunidad a otra. Se relacionan con algo que llamamos asertividad lingüística, o cómo podemos usar nuestra lengua de manera respetuosa y con confianza.

Soy de un lugar de Irlanda donde la mayoría de la gente tiene al menos conocimientos de irlandés, pero no puede mantener una conversación completa con facilidad. La lengua dominante en la comunidad es el inglés, el cual pertenece a una familia lingüística diferente. Lo anterior significa que cuando voy a la mayoría de los restaurantes y tiendas en mi localidad, no espero poder comunicarme completamente en irlandés, pero tampoco puedo saber que no será posible. Hago varias cosas para promover las posibilidades: Saludo, me despido y doy las gracias en irlandés de manera amigable. Llevo un pin llamado fáinne, que muestra que soy hablante de irlandés. Evalúo la reacción de la persona: ¿Me entienden? ¿Se alegran de oír irlandés, o se muestran indiferentes, enfadados o confusos? ¿Responden en irlandés? Utilizo todo esto para ver hasta dónde puedo llevar la conversación en la lengua.

En Valencia, donde resido, he conocido a bastantes personas que hablan valenciano y se esfuerzan por mantener conversaciones en esa lengua en todas sus interacciones. Esto se hace como parte de un movimiento colectivo para promover la lengua. Dado que tanto el valenciano como el español pertenecen a la misma familia lingüística, los hablantes monolingües de español tienen más posibilidades de entender el valenciano, siempre y cuando estén abiertos a intentarlo. Algunas personas han intentado ir en contra de esta forma de promover la lengua, argumentando que excluye a personas de otros contextos lingüísticos. En realidad, sirve para compartir la lengua entre nosotros. Si la lengua solo se usa entre aquellos que actualmente lo conocen, será difícil crear más hablantes de valenciano en el futuro, lo cual es un objetivo clave del movimiento lingüístico.

Utilizar nuestro lenguaje libremente puede dar lugar a conflictos y, de nuevo, quiero insistir en que es importante que piense detenidamente qué es una situación segura en tu contexto y con qué te sientes cómodo. También es importante señalar que el conflicto surge de la situación de desigualdad, no de la persona que busca afirmar sus derechos lingüísticos. Los usuarios pueden hacer frente a un conflicto abandonando una interacción, llevando sus asuntos a otra parte o presentando una queja oficial si es posible. 

No es fácil soportar nuestro propio malestar al ir en contra de una norma social, ni es fácil enfrentar un conflicto, pero es más sencillo cuando contamos con una red de apoyo. Encontrarnos con otros usuarios de nuestras lenguas para hablar de nuestros intentos e idear estrategias juntos puede ser de gran ayuda. Aunque individualmente podamos desafiar los patrones dominantes del lenguaje, somos más fuertes cuando nos unimos y lo hacemos con otros. También nos ayuda a afrontar el impacto emocional de este cometido. 

Al contactar con personas en otras comunidades que han reflexionado sobre estas preguntas, podemos compartir ideas y también inspirarnos. ¡Los mentores del El Proyecto Idiomas en Peligro de Extinción (ELP) están siempre aquí para apoyarte!

-Alexandra

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